Época: China
Inicio: Año 8500 A. C.
Fin: Año 1800




Comentario

Uno de los pasatiempos más populares de la China clásica era el juego de pelota, practicado, desde la dinastía Han, tanto por la nobleza como por el propio emperador. Las partidas estaban reguladas por un árbitro y se jugaban en campos cerrados o excavados en el terreno. El campo de juego contaba con doce porterías defendidas por otros tantos porteros, siendo la pelota pesada, por lo que no rebotaba. Este condicionante motivaba que el juego fuera muy fatigoso, siendo utilizado como entrenamiento para el Ejército. Durante la dinastía Tang se utilizó una pelota de cuero inflada con aire y el deporte se hizo algo más relajado; también se hicieron modificaciones en el reglamento y las doce porterías iniciales fueron reducidas a una sola que se ubicaba en el centro del terreno de juego. La portería estaba constituida por listones de madera entre los que se tendía una red con una abertura en la parte superior, consiguiendo el punto quien pasaba la pelota por el agujero.
El juego de polo se introdujo desde Persia durante la dinastía Tang, resultando muy admirado, tal y como se puede apreciar en las pinturas murales o las estatuillas funerarias.

La fascinación por la equitación se pone de manifiesto también desde la dinastía Tang, aunque cabalgar era una prerrogativa nobiliaria, ya que existía un decreto -fechado en el año 667- en el que se prohibía esta práctica a artesanos y mercaderes. Con motivo de las celebraciones en la corte tenían lugar exhibiciones hípicas, con los caballos enjaezados ricamente, realizando los animales ejercicios muy espectaculares.

Los aristócratas disponían de mucho tiempo libre y practicaban numerosos pasatiempos, como el tiro con arco, disciplina integrada en la formación de los jóvenes nobiliarios junto a la música, la caligrafía, la conducción de carros, las matemáticas y los ritos.

Eran frecuentes las apuestas en las carreras de perros, las peleas de gallos o las competiciones hípicas, así como en los juegos de cartas o dados.

Una de las diversiones favoritas en la Corte era un juego de estrategia llamado weiqi, tan apreciado durante la dinastía Tang que los mejores jugadores recibían títulos honoríficos y prestigiosos cargos. Ministros, intelectuales y militares eran asiduos a este entretenimiento.

El juego del volante, practicado con las piernas y los pies, se popularizó entre las damas y los monjes budistas. Las mujeres de la corte también practicaban el shuanglu -juego del doble seis- y el xiangqi -ajedrez del elefante-, juego conocido desde época remota que fue perfeccionado en la dinastía Tang. La práctica del liubo también estaba muy extendida. También denominado Juego de los Inmortales, se jugaba en un tablero cuadrado en cuya superficie estaban pintados los recorridos en forma de líneas rectas o transversales, con seis palillos de bambú, doce fichas en forma de paralelepípedo y dos dados de 18 caras. Se desconocen exactamente las reglas del juego, pero se piensa que estaba relacionado con la práctica adivinatoria.

La mayoría de las fiestas populares incluían espectáculos musicales, bailes, acrobacias, rapsodas, comedores de fuego o exhibiciones de juglares.